miércoles, 2 de abril de 2014

La importancia de los gestos I

Muchos gestos utilizados son comunes en la mayoría de los países, aunque otros pueden significar cosas distintas dependiendo de donde estemos.

Aunque el hombre lleva más de un millón de años utilizando este tipo de comunicación, ésta no se ha empezado a estudiar nada más que hace sólo unas décadas. El investigador Albert Mehrabian descompuso en porcentajes el impacto de un mensaje: 7% es verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un 55% señales y gestos. El componente verbal se utiliza para comunicar información y el no verbal para comunicar estados y actitudes personales. Este investigador, Albert Mehrabian, afirma que en una conversación cara a cara el componente verbal es un 35% y más del 65% es comunicación no verbal.

Muchos gestos utilizados son comunes en la mayoría de los países, aunque otros pueden significar cosas distintas dependiendo de donde estemos.



Los gestos básicos suelen ser los más universalizados: mover la cabeza para afirmar o negar algo, fruncir el ceño en señal de enfado, encogerse de hombros que indica que no entendemos o comprendemos algo, etc. Otras veces, hay gestos que vienen heredados del reino animal, como puede ser enseñar los dientes en señal de enfado (agresividad). 


Por regla general, cuando estamos mintiendo o forzando una situación, el cuerpo nos delata.

Aunque sepa que puede significar un determinado gesto, no caiga en el error de interpretarlo de forma aislada; es fácil que pudiera equivocarse. Los gestos se pueden fingir, pero no todo el cuerpo actúa de la misma manera. Las cejas, la risa, la pupila de los ojos y otros pequeños detalles seguramente nos delaten. Por regla general, cuando estamos mintiendo o forzando una situación, el cuerpo nos delata. Por eso las situaciones personales, se resuelven mejor cara a cara, que por teléfono y otro medio donde se puede esconder el cuerpo y perder una importante parte del mensaje (la parte no verbal).

"Los gestos también nos dan una idea de los modales de una persona"

Aunque el tema es amplio y daría para cientos de páginas, vamos a exponer los principales gestos y actitudes que nos pueden ayudar en nuestra vida cotidiana y en los negocios. La mayoría de los gestos y movimientos que utilizamos habitualmente, nos vienen condicionados por el entorno en el que nos hayamos criado. Los matices culturales, son de gran importancia en el lenguaje corporal. También el entorno familiar, tiene una clara influencia en nuestro comportamiento y en nuestra manera de "hablar con el cuerpo".

Hay algunos gestos que se utilizan de forma universal (con sus excepciones) para significar lo mismo.


El signo de "OK", OKEY con varias teorías sobre su origen, aunque la más aceptada según nos informa uno de nuestros amables visitantes es una deformación de la expresión "all correct" en "oll korrect" que apareció en algunos periódicos estadounidenses y canadienses durante el siglo XIX. Otra teoría es que procede de la oposición al significado de "KO" (Knock Out). Significa que todo está correcto, aunque en determinados países se hace referencia a la homosexualidad por similitud del círculo formado con los dedos, y en otros países se utiliza para indicar algo nulo, inválido, cero o nada de nada. Otros autores afirman que el símbolo de OK, viene de 0 Kill, sin muertos en el frente, que era utilizado en la Guerra de Secesión Americana.




El conocido signo de la "V", como símbolo de la victoria o el triunfo, popularizado por Winston Churchill, en la Segunda Guerra Mundial, no significa lo mismo, si se hace con la palma de la mano hacia afuera, que significa victoria, que con la palma de la mano hacia adentro que significa un insulto obsceno.



Los Gestos Obscenos son tan frecuentes como los gestos positivos y forman también parte del Lenguaje No Verbal


El pulgar hacia arriba es popularmente un gesto que expresa estar de acuerdo.


 Otro conocido gesto, el dedo pulgar hacia arriba o hacia abajo, que indica el acuerdo o desacuerdo. Pero en algunos países se utiliza para insultar, como en Grecia, y en otros solamente significa el número uno, como en muchos países de habla Inglesa (USA, Nueva Zelanda, Australia, etc.). Hay muchas variantes de gestos con este dedo, como la conocida forma de la mano para hacer "auto-stop", pero no alargaremos más el tema.

Espacio personal.

Sabemos realmente hasta donde acercarnos a una persona para charlar, para presentarla, etc. Todas las personas, según estudios recientes y según Allan Pease, tenemos nuestros territorios muy bien delimitados: la zona íntima, de hasta 50 cms. de distancia, donde se acercan las personas más allegadas (familia, amigos íntimos, etc.). La zona personal hasta 125 cms. aproximadamente, distancia utilizada en reuniones, entorno laboral y social. La zona social, hasta los 2 ó 3 mts. más o menos, que es utilizada con personas ajenas a nuestro entorno (el cartero, un electricista, etc. y gente en la vía pública).

El tema de las distancias es de gran importancia a la hora de entablar un contacto o conversación con otra persona. Hay muchas personas que no les agrada que otros "invadan" su territorio o zona personal. Nunca le ha ocurrido que una persona se echa hacia atrás para mantener una distancia cómoda para ella. Este tipo de situaciones son muy variables en función del entorno (rural o urbano) y en función de la situación. Los que han crecido en zonas poco pobladas (núcleos rurales), suelen tener unas distancias más amplias en sus zonas (tanto íntimas, personales y sociales) que aquellas personas que han nacido en entornos con mayor densidad de población (generalmente núcleos urbanos).


En Italia, la gesticulación es una parte importante del lenguaje cotidiano.

Italia merece una mención especial cuando hablamos de Gesticulación. La comunicación no verbal forma parte del propio lenguaje, y junto con su cultura se ha expandido notablemente a lo largo de los siglos. El idioma de los gestos en Italia ha merecido numerosos estudios. Un extenso reportaje multimedia sobre ello apareció en el New York Times en Junio de 2013.


“Guía para hablar italiano como en Italia: con las manos”

Tú puedes saludar y preguntar algo en muchos idiomas moviendo sólo los músculos de la boca, pero no se puede hablar italiano sin mover las manos. Hay pocos idiomas que involucren todo el cuerpo como la lingua del Dante“. ¡Si es observar cómo se hablan entre si en el metro, en un restaurante, en la calle, para tener un espectáculo asegurado!
En los últimos años, usar demasiado las manos suele ser considerado “vulgar” o “campesino”, pero ampliamente tolerado y casi obligatorio cuando se trata de circunstancias como una discusión, un reclamo, una conversación excitante o un partido de fútbol, por ejemplo.
En Italia, mover las manos al hablar es una costumbre propia, heredada tal vez de aquellos tiempos no tan lejanos en que la inmensa mayoría no hablaba propiamente “italiano” sino alguno de los múltiples dialectos que aún se encuentran en la península. Era una forma de relacionarse unos con otros cuando, a pesar de la poca distancia física que separa los pueblos, en ocasiones no llegaban a comunicarse oralmente lo suficientemente bien.

Veamos algunos de los gestos más comunes en Italia para comunicarse en italiano.

¿Che cosa fai?
Une las puntas de los dedos de tu mano derecha y apunta con ellos hacia arriba. Mueve la mano en forma ascendente y descendente. Este gesto popularmente llamado “la pigna” es uno de los clásicos del italiano. Sirve para acompañar una pregunta o señalar una duda. De hecho, muchos extranjeros haciendo un esfuerzo por gesticular como los locales, hacen la pigna con unbuongiorno recién aprendido, y quedan fatal.

¡Chi se ne frega!
Extiende tu dedo índice y corazón juntos. Apoya los dedos en el inicio del cuello con la palma de la mano mirando hacia tu garganta. Roza la parte de abajo de la mandíbula inferior “rascando” con las uñas de esos dedos hacia adelante. Este gesto se acompaña con la frase del título que significa: ¿A quién le importa? o ¡Me importa un bledo!


¡Al diávolo!
Este es fácil: cierra tu mano y extiende el pulgar. Muérdete la punta del dedo gordo de tu mano derecha (o izquierda si eres zurdo) mostrando la yema a la persona que tienes delante. Le estarás mandando a la mierda directamente.

¡Disgraziato!
Como el anterior, este gesto es sumamente usado en estadios de fútbol, por ejemplo :) Otra vez, cierra tu mano pero esta vez extiende tu dedo índice. Muerde las falanges de tu dedo en posición horizontal y mantenlo allí apresado mientras dices entre dientes la frase del título. La versión del sur de Italia es un poco más amenazante, y se hace mordiendo el índice flexionado.

¡Pazzo!
Simple: apunta a tu sien con el dedo índice. Puedes hacerlo girar en el sentido de las agujas del reloj para darle mayor énfasis a la frase del título. Puede ser un cruce de coches en una esquina, en la cola del supermercado, como comentario frente al televisor, o como respuesta a un requerimiento. ¡Estás loco!, saldrá de la boca (y de las manos) de un italiano de ley varias veces por día.

¡Straordinario!
Levanta la mano dejando el codo doblado en un ángulo de 90 grados. Separa delicadamente los dedos formando una espiral con ellos, como si estuvieras sosteniendo algo frágil o a punto de cambiar una bombilla gigante sobre tu cabeza. Haz girar la muñeca mientras pones los ojos en blanco. ¡Extraordinaro!

¿C‘è da fare o no?
Cierra tu mano y extiende el dedo índice y el pulgar en sentidos contrarios. Gira la muñeca y la mano como si estuvieras desenroscando una tuerca gigante. Puedes doblar ligeramente el dedo índice para darle mayor dramatismo a la frase. Estás exigiendo una definición al interlocutor: Bueno, ¿sí o no?, ¿lo hacemos así o cambiamos algo?, ¿estás de acuerdo o piensas distinto?, ¿me comprendes o no?

¡Ho una fame da lupo!
Extiende tu mano como si fueras un karateka a punto de destrozar una pila de tablas de madera. Concéntrate. Lleva tu mano hacia el estómago y golpéate con el canto del dedo índice (deberás doblar levemente el pulgar hacia abajo). Este gesto es inequívoco: es hora de comer.

¡Che barba…!
Ahora, con la mano extendida como en el gesto anterior, colócala con la palma hacia arriba. Mueve la mano de arriba a abajo desde la altura de la garganta hasta la mitad del pecho y repite 2 o 3 veces. Si estás con un amigo italiano y te hace este gesto, es el momento de cambiar de planes porque se está aburriendo.

¡Andiamo!
Algunos gestos nos urgen a tomar decisiones, como el siguiente. Levanta el codo horizontalmente frente a tu pecho llevando el brazo doblado. Deja caer la mano y haz girar rápidamente tu muñeca a derecha e izquierda con la mano extendida y firme. Estás indicando claramente que te quieres ir.

Este es un pequeño menú del amplísimo repertorio de gestos con que nos deleitan los italianos al hablar. ¿Ché? ¡Madonna mía! ¡Vieni súbito! ¡Magnífico! ¡Porca miseria! Todo tiene siu traducción al lenguaje más popular en Italia: el de las manos.
  
                                     




















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